Hay una especie

de sinsentido que se siente alrededor de todo esto. Escasamente pego el ojo absolutamente exhausto de fornicaciones esplendorosas. Aun así, me da mucha jartera ponerme a retratar cada encuentro como solía hacerlo. No crean que es falta de interés, es que quizá, para ser honesto, cada vez tengo menos tiempo para meterle a este cuento. Ya lo he dicho varias veces, estar escribiendo acá, no es fácil, no es tarea facil, además he tenido que atender proposiciones indecentes y variopintas de próxims ex.compañeras de labores, que sería un auténtico pecado no irme al viejo continente sin comerme un jugoso y amarillento pedazo de papaya criolla, jugosa y deliciosa. He, en ese sentido, pasado mi humanidad por varios moteles de grata recordación: el Dandy, Amarte, en Chapinero, La Cita en la 170, Asturitas, detrás del exito de la 53 (super-recomendado), muchos sin nombre y hsta en el Hostal El Nido, ahí en la 24...ustedes podrán calcular mis urgencias genitales para ingresar una dama alcoholizada a esos espectros de la vida, pero la crisis financiera mundial, el meltdown hipotecario también me cayó a mi a su manera..ja ja ja.

Y se me funden los recuerdos de señoritas "normales" con prostis, muy poco normales, ya que mejor proporcionadas y deliciosas, son diametralmente opuestas. Apenas pueda popner en orden mi desorden e ideas, de pronto les narro algo interesante para los propósitos de este blog.

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