miércoles, 1 de diciembre de 2010

Hacía rato no estaba en un sitiecito como

bacano, como bien, yo entregado al placer exclusivamente carnal, casi que me ha distraído de otros placeres menos dolosos, como disfrutar de una buena compañía, joder un rato y pasarla como sabrosito. Y andando entre tantas vainas como que uno se olvida de las cosas buenas que tiene a la mano, ayer precisamente, nos dimos cita algunos amigos y mi persona atribulada para compartir ideas de harto interés, como por ejemplo, el invierno, que no cede, las políticas del nuevo ministro de agricultura, que por cierto, fué el último candidato presidencial por el que yo voté por allá en el 98, cuando el doctor Juan Camilo Restrepo era candidato por el partido Conservador, el partido de nosotros, la gente decente, la gente de bien, la gente bonita. Pero sobretodo, para lograr consenso acerca de un ítem que roza la aureola del máximo saber, el zenith del logro personal: cómo abordar una chica de a pie. Cómo, desenredar el entuerto ideológico, cultural y material que supone semejante transgresión. Porque, es claramente "la patada" salir de un puteadero, pero, lo es más, salir de un motelucho y detrás una puta acomodándose los cucos, la falda y peor aún: limpiandose los labios, como quien se ha comido una empanada.

Al calor de la noche, buena musiquita y toda la cosa, trajeron unas entraditas que son completamente irresistibles: langostinos salteados en vino de soya oh! que delicia, la sal marina, la salsa de pescado y el vino, con un poquitín de chili dulce, especialidad asiática. Y al lado con verduras apanadas perfectas para acompañar, y como en colombia uno jarta algo con lo que come, para "resbalar", nada como algo sencillo, clean and simple: corona helada. No se que tienen los langostinos, pero son una absoluta exquisitez, son deliciosos, más aun dispuestos en una simpatica brocheta de bambú. Como le decía al mesero: "ala, memataste carajo!" Y lo anoto para desvirtuar una percepción de un amigo lector: No, allá donde le digo, la comida no es tan mala, bueno, al menos la que me dieron a mi en esta ocasión.

Y ya pasando a lo sustantivo, resulta que comenzamos la disertación acerca del reino putil, entre lo que se destaca el género de a pie, y concluímos que entre todos los sectores de bogotá que ofrecen dichos servicios, el único funcional, el único aceptado por unanimidad fue, evidentemente el santafé, por la cuadra de atrás de la piscina. Dicho esto, viene el como llegar, sin pasar por un viacrucis. La cuestión es simple, no, no se puede, no hay manera de llegar al centro sin sufrir un oprobio. Si uno comete el pecado capital de irse en carro, no hay como llegar. Por abajo, por arriba, por la 19 es imposible, si uno viene de la 30 o peor, si viene de la 8 o la 9, porque la 19 es imposible subiendo, pero bajando peor, ya que la 10 es un pantano d elodo sobre el que floreció una serie de cajones de lata atestados de miserbales, otrora llamados busetas. Desde el sur es imposible la caracas, igual no hay por donde ir desde el sur a coger al occidente, de repente por la enjauladas, pero entonces el problema es llagar a ese punto.

Los parqueaderos por ahi funcionan a lo sumo hasta las 7 u 8 de la noche. Y eso, porque los del santafe hasta mas tarde, pero son unos atracaderos, como el de la calle 25, al frente de la Posada El Paso. Queda la opción del transmilenio. Es, virtualmente imposible, bajarse o subirse de esa guevonada. Si uno se sube, mire a ver como se baja, el otro dia me tocó tirarme de la salida del bus directo a la calle, porque el chusmero no daba paso, ala, de donde sale tanta plaga? que hijueputa pueblo tan prolífico, una mano de gente vaya uno a saber de donde, pero es que parecen ratas, verdaderamente y no se supone que los universitarios estan en vacaciones? que hacen entonces toda esa plaga con maletas repletas vaya uno a saber de que aplastandose en el acordeón y estorbando, será que estudian mucho esos guevones, si como no. Asi que transmi, imposible tambien.

Quedaría caminar, pero uno puede sufrir el hacerse parte forzosa de un ritual de atraco bastante bien orquestado. Pero, por amor al arte, llegando uno al sitio y lugar señalado, sea como sea que uno llegué, estando ahí, pues que rico, que bien se han sorteado las puñaladas traperas de cualquier mariguanero intentando quitarle a uno sus precarias posesiones. Un dia ja ja, ibamos con un man caminando por la 94 con 15 y salen tres jhonatanes "a bajarse de todo gomelos" y claro, la mama de uno que no crio tarados, yo, no llevaba celular, ni plata ni nada y este man llevaba un celular viejo, una porquería de nokia famoso por la linternita, y cuando se lo pela al atracador, el man apenas dizque: "uyyy no, que gonorrea" ja ja ja, cosas de esta bella ciudad.

Ya entrando en materia, hay una cosa que a muchos manes les intimida y es el acercamiento como tal, la petición del servicio. Eso es algo muy intimidante para el neófito en estas volteretas, entre otras porque realmente lo es, no crean, uno puede resultar intimidado por una circunstancia de dicho talante.Y el hecho que hace que sea intimidante, es porque uno queda expuesto, queda verdaderamente expuesto ante el público, ante los manes en moto que se hacen los guevones y miran de reojo a las prostis, amparados en el anonimato de su casco, más cuando uno va a lo que va, cuando uno entra a matar, porque se recoge, procura por todo lado hacerse el guevon, mira para otro lado, quisiera que la tierra se lo tragara por un segundo. Ni que hablar d ela cara de la vieja que atiende el motelito y lo ve entrando a uno con cara de "ja, que tal este hijueputa" pero todo eso añade cierto morbo, cierta sustancia a la situación.

Ante eso, ex´ponía yo, que se puede hacer? nada. Yo, por ejemplo con la cancha, luego de los años y años de estas andanzas, resulta que uno aprende que pues paila, primero que todo, uno esta en una zona de tolerancia, segundo, uno pues va a lo que va y todo el mundo lo sabe, no hay que guardar apariencias de nada, uno va y ya, toooda la gente lo sabe: policias, chaceros, vendedores, transeuntes y las putas también, es tan obvio para un man estar ahí, que no hace falta disimular nada. Claro, hay manes que pasan por ahi porque toca, porque van de un lado a otro, pero ja ja, francamente son 1 de 10 millones. Allá, todo el mundo esta sintonizado en el mismo canal, todos sabemos a que vamos, todos estamos allí por una razón, desde el que se hace el guevon desde el carro hasta le transeunte "desubicado". Así que francamente sentir penas o verguenzas por ese concepto, es totalmente absurdo, es decir.

El otro ítem es el saludo. ya lo habia dicho antes, como uno llegue, lo tratan, por ejemplo, si uno llega sosteniendose la mierda con una mano del terror, como si fuera a matar al prsidente de estados unidos, o estuviera recién volado de la modelo, pues la hembra se timbra, claro, y va a pensar que usted es una pobre gueva, porque pues obvio que si usted no es capaz de manejar algo como tirarse un polvete con una prosti, pues que man tan falto de caracter. Por eso yo he insistido en que uno debe llegar fresco, no sobrado ni nada, pero fresco. Y el saludo, pues normal, como uno normalmente saludaría a una persona cpon la que no tiene mucha confianza, pero que la distingue: "hola, que hubo, como estas" cualquier maricada. El saludo es fundamental. No saludar sino preguntar de una: "y a como el rato/vamos o que/camine pues paentro" es no solo ofensivo, sino que predispone, hay putas que manejan asi a sus clientes, pero esos son casos aisalados, asi que uno llega, saluda, hey que tal y qué?.

Lo segundo es que uno debe esperar a ser invitado a seguir. Si, así como se oye, uno debe esperar a ser invitado, es muuuy importante, puesto que eso marca como va a ser lo subsiguiente, eso denota como es el caracter de la vieja, y es un anticipo de comos erán las cosas. por ejemplo. Uno se acerca a una prosti y la vieja apenas ve que uno va para alla, se va dando media vuelta y entrando, lo conduce a uno a la habitación escasamente mediando palabra. Mm-mm, mala cosa, esa es la introducción de una vaca muerta segura. No recomendado. hay mujeres que lo asumen con suma naturalidad, uno llega y ellas saludan "hola, como te ha ido". hay porstis que lo charlan a uno en la entrada, lo hacen para distensionarse, para tomar un poco de control d euna situación que sea comos ea es dificil para ellas y también porque entre las chicas de a pie, que un man se vuelva amigo de ellas, en el sentido de ser cliente recurrente genera estatus, por lo tanto, muchas de ellas quisieran aparentar que lo conocen a uno de hace rato.

Y hay otras que lo reciben a uno con frases de cajón, con cosas inesperadas, ante eso solo cabe una mente hábil. Un ejemplo: "hola, me estabas buscando?" Y uno solo contesta "si, claro que si", no hay que ponerle mucho sentido a lo que uno dice. Y si uno e smuy lento, pues medio sonríe y ya. Hya otras que son afanadas, medio saludan y d euna "vamos? vamos?", porque hay una subclase de chicas de a pie que prefieren no llamar la atención, les da pena lo que hacen, pero como es una profesión, digamos en lugar de pena, que es puro "panico escénico" ja ja ja. Y ya estando dentro del motel, pues lo siguiente es ya más que obvio. Lo curioso es que le problema lo encuentran muchos manes es pero a la llegada, a la entrada, hay otros que se intimidan con tener que salir por entre un montón, un racimo de putas. Como dije, el misterio se lo pone uno, porque la gente que esta allá, si desarrolla alguna virtud, es la de ser profundamente analíticos con todo tipo de gente que pasa por ahí.

Otro factor de suma importancia es la seguridad. Como lo describía en la etapas tempranas del blog, uno debe antes d eir donde una de a pie, estar seguro de que no solo e sputa, sino que trabaja ahí, meterse con una vieja de esas, que uno ve d eprimerazo, es un error que puede terminar en una fatalidad. hay que ir al menos dos veces antes y verla ahí, en la puerta en la que trabaja, de hecho si uno puede pasar muchas mas veces y verla siempre ahi, es una señal positiva, porque quiere decir que es puta de profesión, ya que en esto no hay reglas, obviamente alguien puede hacer algo en contra de uno, es apenas natural. Así que, a manera de manual, he aquí una pequeña prescripción de normas simples que pueden orientar a los confundidos, calentar los tibios y animar a los timoratos en los asuntos de a pie:

1. Abordar con buena actitud.

2. saludar con sencillez.

3. Esperar a ser invitado.

4. Asegurarse de que el objetivo es puta de profesión (ubicandola).

5. Entrar/ salir del lugar con naturalidad.

Son cosas básicas, son orientaciones elementales, pero con suerte pueden constituirse en un manual basico a la hora de abordar a una de estas profesionales de la carne.

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